La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo frecuente que acarrea una considerable carga socioeconómica. Las evaluaciones económicas de la EP en los países del sur de Europa son escasas. Objetivo: Valorar los costes de la EP en una cohorte de pacientes ambulatorios de Portugal.
Pacientes y métodos: Se reclutó a 49 pacientes consecutivos con EP en un centro ambulatorio de neurología adscrito a la Universidad de Lisboa entre octubre de 2004 y diciembre de 2005. El estado clínico se evaluó con la escala unificada de evaluación de la EP y la escala de Hoehn y Yahr. Los costes se evaluaron desde la perspectiva social mediante cuestionarios de economía de la salud. El cálculo de los costes indirectos se llevó a cabo aplicando el criterio del capital humano. La calidad de vida relacionada con la salud se valoró por medio del cuestionario EuroQoL (EQ-5D). Resultados. Los costes directos ascendieron a 2.717 euros (intervalo de confianza al 95%, IC 95% = 1.147-3.351) por paciente a lo largo de un semestre. Los principales contribuyentes a los costes directos fueron los medicamentos, con 544 euros (IC 95% = 426-6.940), y los ingresos hospitalarios, con 690 euros (IC 95% = 229-1.944). Los costes indirectos totalizaron 850 euros (IC 95% = 397-1.529), mientras que los gastos sufragados por el paciente constituyeron el 12% de los costes directos. La asistencia facilitada por la familia y otros allegados tuvo un papel destacado. En general, los costes resultaron inferiores a los de otros países occidentales.
Conclusiones: La EP acarrea una considerable carga económica en Portugal. Entre los principales componentes del coste se encuentran la medicación y los gastos de hospitalización. Es preciso proseguir las investigaciones para describir unos patrones detallados de la utilización de los servicios sanitarios en Portugal y orientar las decisiones de política sanitaria de manera más efectiva.
Pacientes y métodos: Se reclutó a 49 pacientes consecutivos con EP en un centro ambulatorio de neurología adscrito a la Universidad de Lisboa entre octubre de 2004 y diciembre de 2005. El estado clínico se evaluó con la escala unificada de evaluación de la EP y la escala de Hoehn y Yahr. Los costes se evaluaron desde la perspectiva social mediante cuestionarios de economía de la salud. El cálculo de los costes indirectos se llevó a cabo aplicando el criterio del capital humano. La calidad de vida relacionada con la salud se valoró por medio del cuestionario EuroQoL (EQ-5D). Resultados. Los costes directos ascendieron a 2.717 euros (intervalo de confianza al 95%, IC 95% = 1.147-3.351) por paciente a lo largo de un semestre. Los principales contribuyentes a los costes directos fueron los medicamentos, con 544 euros (IC 95% = 426-6.940), y los ingresos hospitalarios, con 690 euros (IC 95% = 229-1.944). Los costes indirectos totalizaron 850 euros (IC 95% = 397-1.529), mientras que los gastos sufragados por el paciente constituyeron el 12% de los costes directos. La asistencia facilitada por la familia y otros allegados tuvo un papel destacado. En general, los costes resultaron inferiores a los de otros países occidentales.
Conclusiones: La EP acarrea una considerable carga económica en Portugal. Entre los principales componentes del coste se encuentran la medicación y los gastos de hospitalización. Es preciso proseguir las investigaciones para describir unos patrones detallados de la utilización de los servicios sanitarios en Portugal y orientar las decisiones de política sanitaria de manera más efectiva.
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