Mientras
que la estimulación cerebral profunda ha ganado el reconocimiento por los
médicos de referencia, como tratamiento para la enfermedad de Parkinson y otros
trastornos del movimiento, sólo la mitad de los pacientes que ellos recomiendan
son candidatos apropiados para iniciar esta terapia relativamente nueva, según
indican los investigadores en el hospital Cedars-Sinai Medical Center en Los
Ángeles y El Centro Médico Mount Sinai en Nueva York.
Se observo de nuevo a un estudio realizado en 2004, que reveló que sólo el 5 por ciento de los referentes de entonces eran buenos candidatos. Comparando los nuevos valores estos valores muestran que los médicos que derivan han aumentado su conocimiento y aceptación de la estimulación cerebral profunda, una terapia en la que conductores eléctricos, vinculados a un dispositivo de control, son implantados quirúrgicamente y precisamente para modular las señales nerviosas defectuosas en el cerebro y mejorar la sintomatología de Parkinson y otros trastornos del movimiento.
Pero los médicos todavía frecuentemente recomiendan a sus pacientes este tratamiento cuando las otras opciones de tratamiento se han agotado, o bien porque no tienen expectativas demasiado altas en él, dijo Michele Tagliati, MD, director del Programa de Trastornos del Movimiento en el Departamento de Cedars-Sinai de Neurología, autor principal del articulo y experto en la programación del dispositivo, que afina la estimulación para cada paciente.
De 197 pacientes referidos evaluados como candidatos para la estimulación cerebral profunda, un 50 por ciento resultaron ser buenos candidatos para la terapia inmediata, el 25 por ciento eran posibles futuros candidatos y el 24 por ciento no son candidatos a causa de otras enfermedades neurológicas o médicas. El análisis de las fuentes de referencia - especialistas en trastornos del movimiento, los médicos de atención primaria, neurólogos general, otros médicos y pacientes - los investigadores encontraron que los especialistas en trastornos del movimiento escogen a más pacientes para la terapia y la mayoría eran buenos candidatos.
Durante el período de estudio de cuatro años, que terminó a finales de 2009, los investigadores observaron que el número de pacientes referidos para terapia DBS en las primeras etapas de la enfermedad aumenta. "El estudio no aborda este cambio en particular y no tenemos ninguna prueba, pero se especula que los médicos se liberalizaron más en el envío de pacientes para la cirugía de estimulación cerebral profunda", dijo Tagliati. "Tal vez están aceptando esta terapia más y envían a los pacientes antes, en lugar de enviarlos en la etapa final de la enfermedad. Si bien los médicos pueden enviar algunos pacientes demasiado pronto para ser tratados de inmediato con la terapia DBS, es mejor ver a estos pacientes muy pronto que demasiado tarde. No siempre está claro cuando es el momento adecuado para esta terapia, especialmente para la enfermedad de Parkinson, si el paciente es susceptible a cambios en la medicación, no es adecuado pasar a la cirugía de inmediato. "
Se observo de nuevo a un estudio realizado en 2004, que reveló que sólo el 5 por ciento de los referentes de entonces eran buenos candidatos. Comparando los nuevos valores estos valores muestran que los médicos que derivan han aumentado su conocimiento y aceptación de la estimulación cerebral profunda, una terapia en la que conductores eléctricos, vinculados a un dispositivo de control, son implantados quirúrgicamente y precisamente para modular las señales nerviosas defectuosas en el cerebro y mejorar la sintomatología de Parkinson y otros trastornos del movimiento.
Pero los médicos todavía frecuentemente recomiendan a sus pacientes este tratamiento cuando las otras opciones de tratamiento se han agotado, o bien porque no tienen expectativas demasiado altas en él, dijo Michele Tagliati, MD, director del Programa de Trastornos del Movimiento en el Departamento de Cedars-Sinai de Neurología, autor principal del articulo y experto en la programación del dispositivo, que afina la estimulación para cada paciente.
De 197 pacientes referidos evaluados como candidatos para la estimulación cerebral profunda, un 50 por ciento resultaron ser buenos candidatos para la terapia inmediata, el 25 por ciento eran posibles futuros candidatos y el 24 por ciento no son candidatos a causa de otras enfermedades neurológicas o médicas. El análisis de las fuentes de referencia - especialistas en trastornos del movimiento, los médicos de atención primaria, neurólogos general, otros médicos y pacientes - los investigadores encontraron que los especialistas en trastornos del movimiento escogen a más pacientes para la terapia y la mayoría eran buenos candidatos.
Durante el período de estudio de cuatro años, que terminó a finales de 2009, los investigadores observaron que el número de pacientes referidos para terapia DBS en las primeras etapas de la enfermedad aumenta. "El estudio no aborda este cambio en particular y no tenemos ninguna prueba, pero se especula que los médicos se liberalizaron más en el envío de pacientes para la cirugía de estimulación cerebral profunda", dijo Tagliati. "Tal vez están aceptando esta terapia más y envían a los pacientes antes, en lugar de enviarlos en la etapa final de la enfermedad. Si bien los médicos pueden enviar algunos pacientes demasiado pronto para ser tratados de inmediato con la terapia DBS, es mejor ver a estos pacientes muy pronto que demasiado tarde. No siempre está claro cuando es el momento adecuado para esta terapia, especialmente para la enfermedad de Parkinson, si el paciente es susceptible a cambios en la medicación, no es adecuado pasar a la cirugía de inmediato. "
Referring Doctors Increasingly Aware of Deep Brain Stimulation Therapy; More Work Remains
While deep brain
stimulation has gained recognition by referring physicians as a treatment for
Parkinson's disease and other movement disorders, just half of the patients
they recommend are appropriate candidates to begin this relatively new therapy
immediately, researchers at Cedars-Sinai Medical Center in Los Angeles and The
Mount Sinai Medical Center in New York say.
They looked back to a 2004 study,
which found that just 5 percent of referrals then were good candidates; they
compared their new figures and surmised that referring physicians have
increased their awareness and acceptance of deep brain stimulation, a therapy
in which electrical leads, linked to a control device, are surgically and
precisely implanted to modulate defective nerve signals in the brain to calm
symptoms of Parkinson's and other movement disorders.
But physicians still often refer
patients for this therapy before other treatment options have been exhausted or
because they have unrealistically high expectations for it, said Michele Tagliati,
MD, director of the Movement Disorders Program at Cedars-Sinai's Department of
Neurology. He is senior author of an Aug. 11 Archives
of Neurology article and an expert in device programming, which
fine-tunes stimulation for individual patients.
Of 197 patients referred for
evaluation for deep brain stimulation, 50 percent were found to be good
candidates for immediate therapy, 25 percent were possible future candidates
and 24 percent were poor candidates because of other neurological or medical conditions.
Analyzing the referral sources -- movement disorder specialists, primary care
physicians, general neurologists, other physicians and patients -- the
researchers found that movement disorder specialists referred more patients and
most were good therapy candidates.
Over the four-year study period,
which ended in late 2009, researchers noted that the number of patients
referred for DBS therapy at earlier stages of the disease increased. "The
study does not address this change specifically and we have no proof, but we
speculate that doctors became more liberal in sending patients for surgery for
deep brain stimulation," Tagliati said. "Maybe they are accepting
this therapy more and sending patients earlier for it instead of at the very
end stage of disease. While doctors may be sending some patients too early to
be treated immediately with DBS therapy, it's better to see these patients too
early than too late. As long as they're evaluated in a responsible, reputable
movement disorders center, they can be reevaluated months or even years later
and have the surgery appropriately timed. It isn't always clear exactly what is
the right time for this therapy, but especially for Parkinson's disease, if the
patient is amenable to medication changes, it is not appropriate to jump to the
surgery right away."